Nunca pensé que podría llegar a existir una persona tan inefablemente inspiradora, etéreamente hermosa, con tanto miedo al pasado como si este mismo fuese un muro imposible de derrumbar, con un alma tan inmarcesible y elocuente, y que, más aún, sin estarla buscando la encontraría: el hermoso encanto de la serendipia.

 Ayana Grace.



Photo by: Miler Prada


 

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